👂👀💜
Y todo liso, todo limpio. Me gusta tomarme la vida con humor; otras no tanto. Es de mal gusto reírse cuando urge la seriedad.
Hoy es uno de esos días en los que, si me río, el internet anda rápido, pero si estoy furiosa, se tilda y no me carga la serie. Que me hayas dejado en visto no es problema, ni siquiera lo es que me hayas puesto un insulso like… Lo peor es haber quedado yo como la que esperaba más. Cuando esto no es así, ¡hace cuánto que no es así!
Pruebo cosas nuevas, me arrepiento. Me negaba a pensar en el esfuerzo y el dolor como condiciones íntimamente vinculadas al logro. Aprendo muchísimo en el camino. Hoy me animé a pensar desde esa propuesta. Este tema es algo que tengo en borradores y de lo que me gustaría hacer una investigación profunda. Es el discurso de no esperar nada, búsquenlo así próximamente en este portal.
La cuestión es que empecé a escuchar a una influencer de negocios y tech que dijo: "La vida se pone peor antes de ponerse mejor". Y yo quiero admitir que me negaba a creer en el esfuerzo y el sacrificio como fuente del progreso o de los logros. Me costó muchísimo bajarle el ritmo a mi perfeccionismo e hiperfoco, así que pensar así me descolocó un poquito, en el buen sentido. Como una piña que te acomoda todas las ideas. Es justo pensar que el esfuerzo trae recompensas. Me encanta (o no tanto) cuando me pasa esto de darme cuenta de una obviedad, y saber que viví engañada toda mi vida.
Hoy es un día en el que todo me molesta o me pone de mal humor. No sé por qué. No me pregunten. Pero es uno de esos días, quizás sea la humedad, la pobreza o la marginalidad. El día gris no embellece la ciudad, sino que resalta todas sus impurezas. Volví a casa con los jeans todos embarrados en la botamanga; hoy salí de nuevo con los mismos. Los tengo que cortar un poco más.
Puede que este blog no tenga sentido, o puede ser uno de los mejores. Quizás no quiera plasmar las ideas más complejas que me pasaron por la cabeza hoy. Sino enseñarles que simplemente se puede vivir. Que la simpleza es oro. Que desmantela caretas.
Yo no sé, a veces me siento muy ruda con lo que digo, con cómo hablo. Puedo tomarme las cosas mal. Soy sensible y aprendí que no puedo callar. Es un mal también. Me aísla, me siento sola. Siento que hay personas que me odian por decir lo que siento. Y puede que me digan: "Es tu imaginación". Reconozco muchísimo el mérito de mi imaginación, realmente. Por eso también puedo decir que ella no es la autora de tales crímenes. Me he cruzado con estas reacciones de frente, lo que me hace tomar recaudos y entender el poder de mi voz y de la palabra. Escrita, sobre todo. Por algo se me dio una verdad por la cual luchar. A veces me siento muy sola escribiendo todo esto. Hasta que me doy cuenta de que expreso la voz de muchas personas que no lo estaban diciendo.
No debo ser correcta en muchos aspectos; esto va más allá de todo eso. Lo experimental de lo que les hablé al principio: pruebo cosas nuevas. La paso mal. Bajo al túnel. Vuelvo a subir y progreso. Lo que hoy pude experimentar con esta nueva conciencia es esto: hice algo nuevo, diferente, que me incomodó. Sí. ¿Salió mal? Sí, varias cosas salieron mal (estoy experimentando en diferentes frentes). Pero solo confío en que mañana voy a estar mejor porque me estoy moviendo, aunque todo me esté saliendo mal y hoy sea un día de reputear, siento algo diferente en mí. Como de no querer enroscarme en ninguna y, a la vez, superenfocada en ser amorosa con mi propio proceso.
@fionaprincesz ni idea pinto subirlo subí un blog sobre el día de hoy, link en mi bio
♬ sonido original - fionaprincesz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu voz importa. Compartí tus reflexiones y perspectivas sobre esta entrada. Te leo con atención.